Serendipia

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Así se define a aquél hallazgo valioso que se produce, sin buscarlo, de manera accidental, como por arte de magia, casualidad o voluntad divina. Mi serendipia llegó tras tocar fondo.

Tocar fondo me sirvió para reflexionar sobre mi vida, sobre mi trayectoria, sobre mi actitud, sobre mí.

Tocar fondo me permitió valorar mas la familia, la amistad, la lealtad, la compañía, la confianza, a ser realista y fiel conmigo mismo como nunca lo había sido.

Pero, pensándolo bien, tocar fondo es como salir desde pitlane, y eso realmente es una gran ventaja; adquieres la capacidad de acelerar a fondo, de arriesgar en cada curva, de salir de la trazada para adelantar, de poder dar el 100% sin ningún tipo de miedo a la derrota. Comenzaste la carrera perdiendo, en el peor de los casos terminarás igual.

Y así es como comencé esta carrera llamada 2015, con el machete entre los dientes remontando posiciones y trabajando muy duro en lo profesional (en lo que en absoluto me puedo quejar) para suplir las carencias en lo personal.

Hasta que llegó la serendipia, y entre otras cosas me independicé y me casé con ella. Y eso me ha hecho tremendamente feliz.

Por eso, quiero agradecer de corazón mi 2015 a dos grupos.

El primero, mi familia y amigos, los que están ahí pese a haber cometido muchos errores o no estar cuando ellos mas lo podían necesitar.

El segundo, a mi Serendipia, la persona que llegó a mi vida sin saberlo, el descubrimiento absoluto y el mayor ejemplo de aguante, tesón y paciencia frente a mi frenético ritmo. Si además le sumamos un corazón que no le cabe en el pecho (y pecho, creedme, tiene de sobras) no puedo ser mas feliz.

Por último, me gustaría terminar este 2015 con una humilde reflexión.

La serendipia está ahí, está deseando que la encontréis, pero para que aparezca no debéis buscarla, llegará cuando no estéis focalizados en ella. Pero para eso debéis salir desde pitlane, dar el 100% siempre y arriesgar sin miedo a perder.

Feliz 2016 a todos. 🙂